Wednesday, October 24, 2007

La mujer es quien decide el embarazo

Dejando de lado a quienes tienen problemas de fertilidad, la decisión del embarazo está del lado de la mujer y no del hombre.

Nuevamente, hablando de parejas que no tienen problemas de fertilidad, quien decide el embarazo es la mujer. Aún cuando el hombre no quiera que se de dicho embarazo. Dado que los hombres no tienen a su disposición fármacos para controlar su fertilidad, una mujer siempre puede tener el control del momento y de quién se quiere embarazar. Basta con que razgue previamente los condones a usar, o que incluso se introduzca el semen depositado en ellos luego de tener relaciones sexuales, para quedar embarazada de quién y cuando lo desee.

No existe una manera legal de proteger al hombre del uso que se le pueda dar a su semen (esperma), en ninguna parte del mundo. El hombre que no quiera tener hijos (o que no los quiera tener con alguien en particular) solo tiene una opción: no tener relaciones sexuales (o no tenerlas con esa persona en particular). Veamos porque es una situación de potencial (y común) abuso o violencia de género en contra de los hombres:

La mujer que no quiera tener hijos (o que no los quiera tener con alguien en particular) puede hacer uso de varios fármacos o métodos para no embarazarse. Esto no le impide tener relaciones sexuales con quién y cuando quiera.

Aquí hay una situación muy peligrosa, y no solo para los hombres, sino para los hijos que resulten. Me explico: Ya existen varios casos en los que una mujer que se embaraza usando el semen (esperma) de un hombre demanda pensión alimenticia por parte de un hombre que no deseaba tener hijos (o que no deseaba tenerlos con esa mujer), y también existen varios casos en los que la mujer que se embaraza de esa forma impide que el padre tenga una relación cercana con los hijos resultantes. En ambos casos es un abuso por parte de la mujer sobre el hombre (y más importante: un abuso sobre los hijos), ya que no hay manera de tener equidad, y las consecuencias son tan comunes que incluso han pasado a formar parte de la cultura actual.

La primera vez que fué tratado el tema de forma masiva sucedió en el show de televisión de Murphy Brown (muy famoso en los 90s), en el que la protagonista decidía por cuenta propia embarazarse sin tomar en cuenta el deseo del hombre. El tema salió a debate nacional en los Estados Unidos al nivel que involucró en un momento al vicepresidente Dan Quayle, pero en su tiempo (el speech ocurrió en 1992) éste fué tachado de machista, conservador y todos los adjetivos usados por las feministas extremas para denostar a alguien que se atreve a objetar sobre el particular.

Hoy, existen varias mujeres que toman esas decisiones (es más barato que inseminarse artificialmente, donde si existe anonimato total y se termina por afectar al hijo que solo tendrá una madre, pero no padre; en el caso de parejas lésbicas/gay al menos hay una pareja haciéndose cargo del hijo resultante), y no solo se conforman con embarazarse, sino que obligan al padre a hacerse cargo de todos los gastos, incluída la manutención hasta la mayoría de edad, del hijo resultante (lo cual podría muy bien calificar como fraude, pero hoy es incluso bien visto y es bastante común).

Los signos de alerta respecto a este tipo de mujeres comienzan desde su niñez, en la que o no tuvieron figura paterna o esta estaba casi ausente, sin prestarles atención, crecen rodeadas de únicamente mujeres o un ambiente predominantemente femenino, son hijas de mujeres solas (algunas veces denominadas madres solteras) y la mayor parte de las veces están rodeadas de amigas, conocidas y familiares que han hecho exactamente lo mismo. Esto no lo digo yo, son las huellas psicológicas que aparecen en las ligas de Wikipedia correspondientes a la misandria, al síndrome de alienación parental o al feminismo extremo. Hacer caso omiso de estos signos de alerta es una irresponsabilidad, sobre todo con los hijos que pudiesen resultar de una relación con este tipo de mujeres.

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